Declaración del Directorio Nacional de SIDARTE
Los Derechos Culturales no son un lujo ni un asunto menor, son Derechos Sociales, fundamento de una democracia viva, plural y diversa. Por eso, frente al actual escenario presidencial, expresamos nuestra profunda preocupación por la ausencia de debates y propuestas culturales públicas que promuevan un futuro sensible, creativo y comunitario del país.
Las culturas y las artes sostienen la vida colectiva, permiten que las comunidades imaginen, dialoguen, disientan y construyan memoria. Cuando la política las omite, lo que se omite no es un sector. Se omiten las comunidades, los territorios, las regiones, las memorias, las posibilidades de disenso y de diálogo. La invisibilidad cultural no es un descuido, es una señal política de exclusión.
Desde aquí, valoramos que la candidatura de la centro-izquierda recoja demandas históricas del sector, como el Estatuto del Trabajo Cultural, imprescindible para dignificar las condiciones laborales de quienes sostienen la vida cultural en todas las regiones. Y proponga un nuevo sistema de financiamiento cultural que reemplace la lógica concursable por un modelo más estable, redistributivo, con gobernanza territorial y fondos basales para infraestructuras, creación y continuidad de proyectos. Esta orientación es imprescindible para que la cultura deje de depender del azar administrativo y pueda consolidarse como un derecho garantizado y no como una competencia desigual.
A la vez, alertamos sobre el proyecto de la extrema derecha, que no presenta propuestas culturales claras y cuyos voceros han relativizado violencias contra mujeres, naturalizado amenazas y promovido una cultura del miedo y la homogeneización. El reciente recorte del presupuesto de culturas a cuatro relevantes Sitios de Memoria, anunciado como señal política, confirma estos riesgos.
Como sindicato con casi 60 años de historia, y presencia en 11 regiones del país, sabemos de qué hablamos. SIDARTE ha sobrevivido censuras, persecuciones y dictadura; ha defendido la libertad artística cuando esta fue prohibida, y ha contribuido a impulsar leyes, programas y políticas que hoy garantizan creación, memoria y acceso cultural en todas las regiones del país. Nuestra historia nos obliga a no callar. Y a continuar trabajando por una Democracia Cultural.
Los Derechos Culturales, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y en la Declaración de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, reconocen que toda persona tiene derecho a participar de la vida cultural, a expresarse libremente, a ser protegida en sus creaciones y a disfrutar de la riqueza diversa que sostiene la dignidad humana.Hoy, esa diversidad está en riesgo.
Por ello, llamamos a la ciudadanía a votar informada, a no ceder frente a populismos que operan desde el miedo y la desinformación, y a defender los Derechos Culturales como defensa de la democracia misma.
Porque sin diversidad cultural no hay libertad. Y sin libertad artística, no hay democracia posible.
Directorio Nacional SIDARTE

